La inseguridad se está adueñando en mayor medida de nuestras vialidades lo que genera un riesgo al momento de tener que transportar cargas.
El incremento en la ola de asaltos y violencia hacía los operadores de transportes de carga ha aumentado un 10.7% con respecto al año 2022 en las carreteras del país, de acuerdo con la Canacar, permeando en las organizaciones de transportistas generando un déficit de los mismos, pues los operadores de transporte de mercancía no sufren solo de asaltos, también experimentan violencia y hasta la muerte, siendo no solo ellos los afectados por éste fenómeno, si no también sus familias, su patrimonio, las empresas y la economía nacional.
La falta de personal por parte de los operadores que prefieren muchas veces prestar sus servicios a otras industrias, o hasta mudarse de país para proteger su integridad ante los actuales niveles de inseguridad o por un tema económico; provoca que muchas unidades se encuentren detenidas, generando pérdidas millonarias a la industria.
En 2019 el robo a transporte de carga sumó 8,841 durante el primer semestre del año, mientras que para 2020 en el mismo periodo bajó a 6,678 y por la pandemia de COVID-19 en 2021 a 5,876, mientras que en 2022 aumentó a 6,360 y en 2023 a 7,040.
Todo esto generando un impacto negativo en la economía y el bienestar de seis millones de familias que dependen del sector y de las industrias que dependen de ello.
Actualmente la inseguridad se está adueñando en mayor medida de nuestras vialidades lo que genera un riesgo al momento de tener que transportar cargas.